Mayra Susana Ibarra Aguiar
La riqueza de lo trágico
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Acerca de Mayra Susana Ibarra Aguiar
La casa de Parral 10 me vio nacer un 5 de diciembre de 1972. Después del vientre de mi madre, la Ciudad de México me ha ofrecido un hogar y un refugio. Hasta ahora, la mayor parte de mi vida he residido en la Condesa, un territorio en la ciudad con dos parques que me han acompañado, ofreciéndome cobijo, consuelo y diversión. Me gusta mucho vivir aquí.
Cada rincón me trae recuerdos de otras etapas de mi vida. Mi familia viene del noroeste del país, lo cual me aporta características culturales propias del estado de Nayarit. Desde pequeña el mar y la playa han jugado un papel muy importante en mi vida, por lo que disfruto mucho de las olas, las caminatas largas por la playa y toda la gastronomía basada en pescados y mariscos. Viví algunos años en Oviedo, Asturias y disfruté mucho de conocer la cultura asturiana de cerca.
España jugó un papel muy significativo en mi vida, porque me regaló la oportunidad de descubrir lo que implica insertarse en otra cultura con rasgos similares a la mía y a la que mi país le debe parte de su herencia y legado cultural.
Cuando aprendí a escribir no me imaginé el valor tan grande que daría a la escritura como recurso para sobrevivir a los diversos viajes que he emprendido a los laberintos de mi alma. La literatura y las artes en general son fuentes de nutrición muy valiosas en mi experiencia de la vida y me acompañan en todo momento.
Me resulta difícil comprender la vida sin la cultura y las artes. Disfruto mucho cocinar, viajar, hacer yoga, escuchar piezas musicales de la india, colorear mandalas y compartir mis aprendizajes de la vida con otros. Me considero a mí misma una artista de la vida.