Hoy voy a contarte cómo superar al miedo a volar con una de las estrategias que más beneficios a aportado en mi vida desde que llevo poniéndola en práctica, el Mindfulness.
Mindfuless no es otra cosa que el acto intencional de dejar de vivir en piloto automático y tomar conciencia de que estás vivo, aquí y ahora.
De aceptar que las cosas no son ni buenas ni malas, sino que simplemente son, de cambiar utilizando la aceptación como principio en el cual debe basarse todo cambio y de fluir hacia aquello que quieres escuchando las señales que el mundo pone a tu alrededor.
El Mindfulness tiene detrás de si toda una filosofía de vida basada en dejar de querer llegar a tantos sitios y empezar a disfrutar de los viajes.
En vivir la vida como una danza de la cuál podemos hacer con su baile una obra de arte.
Quizás inspirar a otros con su música, experimentar sus variantes y grabar su actuación para que puedan disfrutar de ella el máximo número posible de personas.
Una filosofía basada en experimentar que la vida puede ser realmente maravillosa cuando dejas de querer tenerlo todo controlado y la permites vivir a través de ti.
Además la meditación, más concretamente el Mindfulness, es una excelente manera de enfrentarte a tus miedos.
Porque los miedos son como el monstruo de debajo de la cama y cuando les miras a los ojos dándote cuenta de lo que realmente son dejan de asustarte tanto.
En realidad en este artículo no solo voy a enseñarte cómo superar el miedo a volar utilizando el Mindfulness sino cómo superar cuales cualquiera que sean tus miedos a raíz de mi experiencia con los aviones.
Indice
Cómo superar el miedo a volar (Mi experiencia personal)
Tengo que confesarte que hasta hace no mucho tenía pánico a los aviones, hasta el punto de pasarme vuelos enteros llorando por la ansiedad que estar a tantos metros del suelo me producía.
Sé muy claramente cuál es el origen de ese miedo: una tormenta que hizo que mi vuelo de vuelta de Marruecos a Madrid se convirtiera en algo parecido a una pesadilla (o al menso así es como yo lo viví) debido a las turbulencias y a un aterrizaje forzoso en Bilbao (antes de eso era la mar de feliz viendo las nubes desde arriba).
Como amo viajar y dejar de coger aviones no era una opción para mí, saqué todo mi arsenal de técnicas psicológicas y decidí tratar de aplicármelas a mi misma.
¿Y sabés que ocurrió? ¡Fracaso estrepitoso!
Las técnicas de relajación no funcionaban porque mi nivel de ansiedad aumentaba demasiado rápido.
Intentar cortar mis pensamientos catastróficos, neutralizar las imágenes mentales de aviones cayendo empicado y centrarme en otra cosa mostraba cierta eficacia que se desmoronaba inmediatamente en cuanto había cualquier mínima turbulencia (cuando digo mínima es mínima).
Tratar de racionalizar tampoco funcionaba porque, aunque ya sabía que las probabilidades de que el avión se cayera eran mínimas, eso no me tranquilizaba ni siquiera un poquito.
Lo peor no era solo que mi miedo no disminuía sino que por el contrario aumentaba progresivamente hasta el punto de que solo entrar en el aeropuerto ya me generaba cierta ansiedad.
El miedo cuando no lo controlas y es él el que comienza a controlarte a ti tiene esa curiosa virtud de ir expandiéndose y generalizándose.
Desde el punto de vista psicológico entendía muy bien que estaba pasando, pero eso tampoco me servía para resolverlo.
Estaban pasando las siguientes cosas:
1# Estaba tomando vuelos cortos (de un máximo de dos horas) por lo que no daba tiempo a que mi ansiedad se redujera a lo largo del vuelo lo suficiente como para superar ese miedo a volar.
Además en los aterrizajes suele haber más movimiento por lo cual me bajaba del vuelo más activada de manera que la asociación mental avión-ansiedad se fortalecía cada vez más.
La curva de la ansiedad tiene esta forma.
La ansiedad es una respuesta fisiológica que de manera natural no está preparada para mantenerse demasiado tiempo en el organismo así que si le dejas seguir su curso natural esta termina por desaparecer.
En la medida abandonas la situación o el lugar problemático cuando la curva a llegado a su fin (o al menos a bajado bastante) tu cerebro va debilitando la conexión situación – ansiedad hasta que está termina por desaparecer.
De hecho las técnicas de exposición controlada que los psicólogos utilizamos en la práctica clínica se basan justo en esto que te estoy contando.
Eso significa que si pasas el tiempo suficiente en una situación que te produce ansiedad sin alimentarla con pensamientos catastrófica esta termina por desaparecer.
2# No solo es que tomara vuelos demasiado cortos como para que la ansiedad desapareciera de manera natural sino que además la estaba alimentando con su comida favorita, pensamientos catastróficos, anticipaciones e imágenes mentales de manera que esta podría tardar mucho más tiempo en que mi cuerpo se agotara y desaparecer.
Como estaba claro que ni entender la situación ni intentar dejar de tener miedo funcionaba, decidí abrazar mi miedo, observarlo y compartir mi vuelo con él (en otras palabras, practicar Minduflness)
Y… ¡sorpresa!
Aunque no te puedo decir que el miedo desapareció por completo de un día para otro, sí fue perdiendo de manera progresiva su intensidad.
Cuando te sientas con tu miedo, le miras a los ojos y le observas tal y como es, descubres que no es más que un conjunto de reacciones fisiológicas, pensamientos (palabras, letras y sonidos a los que tú les otorgas un significado) y de conductas motoras (temblores, etc.).
Cuando reduces el miedo a lo que realmente es, tu miedo deja de darte tanto miedo.
Por lo tanto puedo decir que en la medida en la que no permití que el miedo dominara mi vida, continúe cogiendo vuelos y utilicé la estrategia adecuada ese pánico fue reduciéndose a incomodidad e inquietud disminuyendo cada vez más esas sensaciones desagradables y permitiéndome volver a disfrutar de viajar en avión..
Cómo superar el miedo a volar paso a paso en 3 pasos
Tras contarte mi experiencia personal quiero darte un guión para que puedas seguir mis pasos y utilizar el Mindulness para superar el miedo a volar o parar superar cualquier miedo que esté impidiéndote vivir la vida con la plenitud que te mereces.
1# No intentes no tener miedo
Un error muy común que cometemos cuando tenemos miedo es tratar de erradicarlo, de evitar sentirlo y cómo ya he comentado en un algún artículo anteriormente la única manera de emprender un verdadero cambio es desde la aceptación.
Así que acepta que tienes miedo y no trates de eliminarlo. Simplemente dite a ti mismo “Va, está bien tengo miedo, no es nada más, solo tengo miedo”
2# Vive tu miedo
Además de aceptar que ese miedo está ahí voy a pedirte que trates de vivirlo con plenitud. Es decir trata de observar en que consiste ese miedo, siente cómo palpita tu corazón, cómo se enfrían tus manos y cómo aparece una molesta sensación de presión en el pecho o en el estómago.
Son las sensaciones físicas de la emoción del miedo, son molestas pero no peligrosas, así que permíteles que estén ahí, permíteles acompañarte. No pasa nada.
3# Ríndete a la incertidumbre, confía en la vida
Tratar de decirte a ti mismo “No pasa nada” “Todo va a salir bien” puede ser que no te tranquilice en absoluto. Y además es mentira.
Nadie puede garantizarte que realmente no vaya a pasar nada y que todo vaya a salir bien.
Y esto puede desatar en tu mente un debate interno muy poco recomendable.
Algo tipo:
– Tranquilo, no va a pasar nada, los accidentes en vuelos son mínimos. Es el transporte más seguro.
– Ya, pero hace poco vi en la televisión que un piloto estampó a propósito el avión, otro que explotó y un par que aún no se sabe que ha sido de ellos.
– ¡Eso es casi imposible que pase!
– Es improbable, pero no imposible.
– Pues eso, muy difícil.
– Pero ¿Y si pasa? A las personas a las que les ocurrió tenían las mismas probabilidades que yo.
Así que si quieres evitar este tipo de conversaciones contigo mismo no trates de convencerte de nada.
Estás vivo y eso implica que durante todos y cada uno de los segundo de tu vida estás en riesgo de morir, así que simplemente acepta esa incertidumbre y ríndete al resigo que implica vivir.
Si, aunque no es probable es posible que el avión tenga un accidente así que tendrás que tener fe y confiar en la vida para que eso no pase.
Otra herramienta para superar el miedo a volar
Aunque el Mindfulness ha sido la estrategias clave que me ha ayudado a superar el miedo a los aviones también hay otra herramienta que me ha ayudado bastante y que quiero compartir contigo.
Reducir al máximo la incertidumbre
Tal y como acabamos de comentar la incertidumbre forma parte de la vida y no te va a quedar otro remedio que aceptarla, aprender a vivir con ella y por qué no aprender a disfrutarla.
Sin embargo es cierto que la incertidumbre en la mayor parte de los casos está directamente relacionada con el miedo. Cuanta más incertidumbre, más miedo tienes.
Así que una buena herramienta para superar el miedo a volar es tratar de reducir al máximo la incertidumbre que te produce.
Para eso te recomiendo un curso muy bueno y completamente gratuito diseñado específicamente para superar el miedo a volar en el que entre otras cosas aprenderás cómo funciona un avión, por qué es un medio tan seguro así como la razón por la que se efectúan demasiado tipo de movimientos y la poca peligrosidad que tienen.
Click aquí para ver el curso online que te ayudará a superar el miedo a volar
Espero que el artículo te haya sido realmente interesante y que utilices estás estrategias no solo para superar el miedo a volar sino para superar cualquier miedo que esté interfiriendo con tu calidad de vida.
¡Ahora es tu turno!
¿Tú también tienes o has tenido miedo a volar? ¿Qué estrategia te ha sido efectiva para superar tus miedos?
¿Conocías esta aplicación del Mindfulness? ¿Quieres compartir alguna experiencia que pueda ayudar a otras personas?
¡Te espero en los comentarios!
Si te ha gustado el artículo te agradecería que lo compartieras en tus redes sociales para poder llegar a más personas.
Hola!
Me ha encantado tu artículo:)muy útil y me ha tranquilizado mucho solo pensar en no luchar mas..y aceptar las sensaciones que podamos tener ante nuestros miedos;yo,personalmente,tengo miedo a volar y a estar en un sitio lejos de mi casa(entonces,suman un miedo a “viajar”)y mi mundo se ha limitado bastante,voy a trabajar definitivamente en ello,me has dado una sacudida.Gracias gracias.
Hola Miriam.
Me ha gustado mucho que trates este tema porque precisamente yo uso mindfulness justo cuando despega el avión. Nunca he tenido pánico a volar ni nada, pero sí que me ponía tensa y nerviosa ( es la parte más decisiva del vuelo, el despegue y el aterrizaje). Empecé a practicar mindfulness desde que me sentaba hasta que ya estábamos arriba del todo. ¡Y voilá! Nada de ansiedad ni de nervios. De hecho, notaba cómo el corazón se aceleraba, pero no pasaba nada, lo aceptaba y seguía consciente de mi respiración.
Totalmente recomendable. ¡Un abrazo!
Que cierto que es, cuando comienzas a aceptar el miedo, parece que dejes de pelearte contigo mismo, no lo eliminas, pero se debilita y te deja respirar, que ya es mucho.
Así es Ana. Gracias por compartir tu experiencia.
Un abrazo
Muy bueno y útil el artículo. Muchas gracias por tus consejos!
Lo aplicaré sin ninguna duda en el siguiente vuelo!
¡Hola Jose!
Me alegro de que te haya gustado el artículo y espero que te ayude en tu siguiente vuelo ^^
Un abrazo
Gracias Miriam, interesante artículo.
Mi miedo en el avión sin embargo tiene más que ver con el hecho de estar “atrapada” en esa situación, sin la posibilidad de escapar por el tiempo que dure el vuelo más que con el hecho de estar flotando en el aire. Si bien es cierto que cuando consigo rendirme al hecho de que no puedo escapar, cuando me resigno a no tener el control, he conseguido hasta disfrutar de algunos de los vuelos! Y qué razón tienes (y qué curioso) con que algunas veces cuanto más corto es el vuelo peor lo paso!
Saludos