En este artículo vamos a hablar sobre 10 mitos del amor romántico muy extendidos en la sociedad en la que vivimos y que pueden estar interfiriendo en el desarrollo de una relación de pareja sana y satisfactoria.
Es un hecho que nuestros sentimientos amorosos están influidos por factores socio-biológico-culturales, y para mi parecer, la sociedad y la cultura que nos rodea transmite una concepción del amor que no es real.
El príncipe no siempre se casa con la princesa, el amor no en todas las ocasiones puede superar todos los obstáculos que se le pongan por delante, ni es frecuente tropezarse en las escaleras con la persona de tu vida y empezar un romance idílico después de que te ayude a recoger los papeles.
No digo que no existan romances de películas, ni niego que en ocasiones la realidad supera la ficción, pero seguramente si tu objetivo es encontrar pareja, sea más productivo y te ofrezca más garantías de éxito salir a buscarla que esperar a que el destino haga que “tu media naranja” llame a la puerta de tu casa.
Indice
¿Qué es un mito?
Cuando hablo de mitos, me refiero a un conjunto de creencias compartidas por gran parte de la sociedad que ni son verdaderas ni están validadas de ninguna manera, sin embargo se transmiten de generación en generación.
Estás creencias las aprendemos desde la infancia mediante cuentos, películas, canciones, relaciones familiares, educación, medios de comunicación etc… y de está manera se siguen justificando y reproduciendo socialmente.
Los 10 mitos del amor romántico
Aunque hay muchos más mitos respecto a este tema, en este artículo voy a centrarme en los 10 mitos principales que considero que pueden perturbar nuestra paz mental y/o la estabilidad de nuestra pareja.
Pero antes quiero dejar plasmado un texto cuya autoría se atribuye a Johonn Lenon que resume bastante bien los puntos que quiero tratar en este artículo.
“Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja,
y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.
No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta.Nos hicieron creer en una fórmula llamada “dos en uno”: dos personas pensando igual, actuando igual, y que era eso lo que funcionaba.
No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Y que solo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.
Nos hicieron creer que el matrimonio es obligatorio y que los deseos fuera de ese término deben ser reprimidos.
Nos hicieron creer que solo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.
No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.
Tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto… cada uno lo va a tener que descubrir solo.
Y entonces, cuando estés muy enamorado de ti mismo, podrás ser muy feliz y amar de verdad a alguien.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… aunque la violencia se practica a plena luz del día.”
1. Mito de la media naranja
Frase del diario de Bridget jones:
“Puede que sea mi media naranja misteriosa, la que llevo esperando toda la vida.
– ¿Recuerdas a Bridget?”
Estoy segura de que tú también has oído más de una vez las siguientes frases: “¿Y si me doy cuenta de que no es mi media naranja” o “Entonces es que no estabais destinados a estar juntos”
El mito de la media naranja tiene su origen en Plantón y su obra el Banquete (Si quieres leer más sobre el origen de este mito haz clic aquí) y se basa en que somos personas incompletas que solo encontraremos la felicidad y la plenitud cuando encontremos a otra persona que el destino a puesto en un lugar concreto y que encaja con nosotros a la perfección.
Sinceramente, creo que nos irían mejor las cosas si alguien nos explicara desde pequeños que nadie necesita a otra persona para completarse, que somos personas completas y que tener pareja es una elección personal y no un requisito indispensable para encontrar la felicidad.
Además de esto, es un hecho que no solo existe una persona que encaje con nosotros situada por el destino en algún lugar del universo, sino que nosotros somos responsables de elegir cuales son las características que queremos que tenga la persona susceptible de compartir nuestro proyecto de vida.
Y lo más más probable es que haya bastantes personas en el mundo que cumplan nuestras expectativas y sean posibles candidatos de los que enamorarnos.
2. Mito de los celos
Los celos NO son signo de amor, sino de inseguridad y dependencia. Además son una de las emociones que más pueden deteriorar una relación de pareja.
Una relación debe basarse en la libertad y en la confianza y aunque los celos pueden aparecer jamás deben sobrepasar ciertos limites.
Si desconfías de tu pareja, lo mejor que puedes hacer si tras pensar posibilidades alternativas a que te está engañando no logras tranquilizarte, es sentarte a hablar con ella, sin reproches, sin acusaciones y exponiendo calmádamente tus dudas.
Pero nunca entres en una dinámica de comprobaciones (mirar teléfono, email, interrogatorios) ya que con esto no lograrás nada, pues siempre habrá más cosas que podrás comprobar y puedes terminar por minar la paciencia de la otra persona.
Nadie te va a poder asegurar al 100% que tu pareja no te está siendo o te va a ser infiel, pero si quieres tener una relación sana tendrás que aceptar ese riesgo y lograr que la incertidumbre no abrume tu mente.
3. Mito de la omnipotencia o de que el amor todo lo puede
En muchas ocasiones el cine, las novelas, las series, etc… nos muestran dos personajes enamorados que tras superar numerosas dificultades logran al fin estar juntos. Implícitamente nos están dando este mensaje “Al final el amor siempre triunfa” “El amor todo lo puede”
Sin embargo, esto no siempre es cierto.
Hay personas que por mucho que se quieran no les hace ningún bien estar juntas. Caracteres opuestos, diferentes expectativas de vida, problemas del pasado sin resolver, etc pueden hacer que se acabe la paciencia antes que el amor.
Aceptar este mito como cierto puede hacer que aguantemos actitudes intolerables ya que al final todo se arreglará y triunfará el amor.
Siento decirte que esto no siempre ocurre (a veces si) y que en ocasiones aunque sea duro lo mejor que puedes hacer por tu amor propio e incluso por el amor que sientes hacia la otra persona es alejarte de ella.
4. Mito de las discusiones
Aquí tenemos dos versiones: Si una pareja no discute es que no se quiere y la versión contaría, discutir es malo.
Depende de lo que entendamos por discutir… Si entendemos exponer puntos de vistas diferentes y ser capaz de llegar a un acuerdo en el que los dos ganen, discutir puede fortalecer enormemente una relación de pareja. Sin embargo si a lo que nos referimos es a insultarse y a tirarse platos a la cabeza esta claro que solo conseguiremos cargarnos la relación.
Ni discutir es malo, ni que una pareja apenas discuta significa que se quiera menos. Hay parejas que tienen formas de pensar más similares que otras, y esto no es ni bueno ni malo en si.
Lo importante es enfocar las discusiones desde un punto de vista constructivo en el que lo prioritario no sea quien lleva más o menos razón, sino poder llegar a un punto en común. Y por supuesto tampoco caer en el extremo de callarse todo por miedo a discutir, ya que de está manera sera difícil encontrarnos augusto en la relación y todo aquello que guardamos acabará explotando por algún lado en el momento más inoportuno.
5. Mito del enamoramiento
El enamoramiento es un estado de euforia y pasión puramente químico propio del inicio de las relaciones amorosas. La oxitociona, serotonina y diversas endorfinas crean un coctel molotof en tu cerebro, nublando tu razón y explotando en forma de emoción y pasión descontrolada.
Te recomiendo echar un vistazo al artículo:
Sin embargo este estado emocional consume demasiados recursos a nivel biológico como para mantenerse de manera permanente en el tiempo.
Pero esto no significa que una vez que se calma el cóctel hormonal deba acabarse la relación, por el contrario puede pasarse a una relación de amor más sereno y profundo en el que cobran mas importancia otros factores como la complicidad, el apoyo y la confianza que la emoción descontrolada.
Además es completamente posible si nos esforzamos en cuidar la relación mantener viva la pasión y las mariposas durante toda la vida.
6. Mito de la exclusividad
Este mito enuncia que si estás enamorad@ de tu pareja no deben atraerte otras personas.
Ser fiel es una decisión y un coste que asumimos a cambio de los beneficios que nos ofrece una relación de pareja estable.
Sin embargo a lo largo de nuestra vida vamos a conocer a muchas personas y es absolutamente normal que nos sintamos atraídos por otras personas que no son nuestra pareja.
Esto no debe suponer ningún problema siempre y cuando asumamos que es algo normal y no le demos más importancia de la que merece.
Además una relación de pareja no tiene porque implicar necesariamente una exlucividad sexo – afectiva en la que solo hayan dos personas implicadas, sino un acuerdo previamente consensuado que todas las partes de las relación estén dispuestas a asumir.
Hay tantas formas de amar como personas en el mundo, así que te invito a encontar aquella con la que tú te sientas cómodo, aunque no sea la que te han contado que debe ser la correcta.
7. Mito de la unidad
Creer que ambos miembros de la pareja deben ser uno.
Una pareja está formada por dos personas, dos personas independientes una de la otra que se unen para formar un proyecto de vida en común.
Sin embargo esto no implica que tengan que hacerlo todo juntas, de hecho es sano tanto para cada persona, como para la relación, que cada uno de los miembros tenga su propio espacio para dedicar a sus amigos, sus hobbies, o para ella misma, sin que su pareja este presente; de modo que cada uno puede enriquecerse no solo de las experiencias que viven juntos si no también de las experiencias del otro.
Compartir absolutamente todo con tu pareja puede llevarte a un estado de fusión en el que pierdes tu propia identidad y dejas de reconocerte a ti mismo si no es en función del otro.
8. Mito de los polos opuestos
Aunque hemos oído en numerosas ocasiones eso de que que los polos opuestos se atraen, lo cierto es que nos atraen más personas con gustos, ideologías y expectativas similares o complementarias a las nuestras.
Además cuantas más cosas en común tengamos con una persona más probable es que la relación se mantenga en el tiempo.
9. Mito de la convivencia o del matrimonio
Tenemos la idea de que el culmen de toda relación de pareja debe ser la convivencia o el matrimonio. Y aunque la mayoría de las personas es lo que buscan, no debemos aceptar de manera automática que este debe ser el fin de toda relación.
En ocasiones cuando por determinadas cuestiones la convivencia o el matrimonio se hacen inviables (relaciones a distancia, trabajos sin una estancia fija, incompatibilidad de caracteres para convivir, persona casada anteriormente, etc) damos por sentado que esa relación ya no tiene sentido.
Puede que estemos en lo cierto y que esa relación ya no vaya a ningún lado, pero también puede que hayamos tomado esa decisión simplemente porque su fin no es la convivencia o el matrimonio.
Debemos determinar si seguir o no en una relación en función de la satisfacción que ésta nos aporta y en función de si está alineada o no con nuestras expectativas de vida y valores, pero no en función de algo que nos han impuesto que debe ser el culmen de la relación, sin al menos pararnos antes a pensar si estamos de acuerdo o no con esa imposición.
10. Mito de la pareja
Creencia de que la pareja heterosexual es algo natural y universal, y que la monogamia está presente en todas las épocas y todas las culturas.
Tal y como he dicho anteriormente el amor esta condicionado en gran parte por factores sociales y culturales, y la cultura en la que vivimos nos presenta un prototipo de pareja que en la mayoría de las ocasiones aceptamos como si fuera el único que existiera en el planeta tierra.
No digo que sea malo aceptar ese prototipo de pareja y ceñirnos a el (si es lo que sientes que encaja contigo) pero si quiero señalar que aceptar esta creencia como universalmente valida puede dar lugar a conflictos internos en aquellas personas que en algún momento se desvíen de algún modo de esta normativa (personas solteras por mucho tiempo, que se enamoran de una persona de su mismo sexo, o de varias personas a la vez, o que por lo que sea simplemente no se sienten cómodas con ese modelo…)
Conclusión y recomendación.
Si conseguimos revisar nuestras creencias, derribar estos mitos y construir relaciones de pareja basadas en la libertad, el respeto y partiendo del amor por uno mismo, tendremos muchas más posibilidades de lograr la plenitud y la felicidad en el terreno amoroso.
Para lograr una relación de pareja saludable y que realmente te haga feliz es muy importante realizar un trabajo interno previo que te ayude a conocerte a ti mismo y saber quién eres y lo que quieres antes de encontrar una persona con quién lo quieras compartir.
Y por supuesto no olvidar que la humilidad, la honestidad, la confianza y la comunicación son los valores básicos que cualquier relación debe tener en su base para que pueda manenerse solida en el tiempo.
¡Ahora es tu turno!
¿Qué te ha parecido el artículo? ¿Formaban parte de tu forma de pensar alguno de estos mitos? ¿Se te ocurre algún otro que añadir? ¿Cómo crees que condiciona la sociedad en la que vivimos las relaciones de pareja?
¡Cuéntamelo en los comentarios!
Si te ha gustado el artículo te agradecería que lo compartieras en las redes sociales.
Hola solo para hacer un leve comentario de este articulo, mi personal opinion esta excelente si loentendi bien es que definitivamente hay que saber amar sinedo y dejando ser libres..sin ataduras in apegos..
Efectivamente Arturo, lo que trato de hacer ver en este artículo es que tener pareja no es una obligación para ser feliz, sino una opción personal que sí que nos puede aportar mucha felicidad siempre y cuando sepamos amar desde la libertad y el desapego.
Yo más bien soy bastante rara al pasar de todos esos mitos. Tengo pareja desde hace 8 años y los dos mantenemos nuestro espacio independiente y nuestros gustos, algo que mucha gente ve raro. Tenemos gustos comunes y otros que no compartimos pero que no por eso abandonamos. Y sí somos fieles y estamos muy unidos, ya que al tener nuestro espacio y no hacerlo toodo juntos tenemos muchas cosas de las que hablar. También tenemos amigos comunes con los que salimos.
Nuestra relación se basa en la confianza y en la amistad, nos lo contamos todo porque queremos no por obligación. Él además de mi pareja es mi mejor amigo, alguien con quien puedo contar en cualquier momento, con quien puedo divertirme, con quien me siento libre de ser yo. Si somos fieles es porque nosotros lo decidimos así no por imposición social. Eso sí nada de eso desplaza al resto de nuestros amigos.
¡¡Hola Casiopea!! Me alegro mucho de que hayas sido capaz de lograr esa relación y de que compartas tu experiencia con nosotros 🙂
Un abrazo
Muy buen artículo, muy completo. Estoy haciendo un trabajo sobre los mitos del amor romántico y me ha ayudado mucho. ¿tienes alguna referencia que avale la existencia de esos mitos que pueda usar? Saludos
Muchas gracias Irene^^
Pues la verdad que no se decirte referencias exactas que los avalen.
Un abrazo
Muchas gracias por el post. Dejé a mi pareja tras 10 años de relación hace casi un mes. A ratos le culpaba y otras me culpaba a mí mismo por que no funcionara. Ahora estoy atravesando una etapa más dolorosa pero más liberadora en realidad. En la que estoy analizando que he puesto yo realmente, y qué ha puesto él para llegar a este punto. Es triste darse cuenta de que la relación se basaba en la dependencia y el miedo. Ambos nos conocimos estando dolidos con el pasado y nos volvimos inseparables. La relación era nuestra salvación frente a las inseguridades. Con el tiempo surgió el miedo, la culpa, la dependencia, el cansancio…
Lo dejé queriéndolo, y aún lo quiero (aunque quién sabe si es miedo o culpa, todo está tan reciente…)
Ojalá pudiéramos volver algún día. Pero claramente yo tendría que poder enfocar la relación desde la seguridad en mi mismo, desde una mayor independencia, y él tendría que poder aceptar eso sin ponerse victimista…
De nuevo muchas gracias por estas publicaciones, ayudan a mucha gente.
Muchas gracias por compartir tu historia Luis. Las rupturas son realmente doloras y más cuando ha habido tanto tiempo de relación, pero como bien dices la clave para que cualquier relación tenga éxito es enfocarla desde la seguridad en uno mismo.
El tiempo dirá como termina vuestra historia 🙂
¡Un fuerte abrazo!
hoy…de cháchara con un par de amigas ke parecen no atinar con una pareja estable (soy chico), una de ellas se ha quejado del mito del amor romántico aunke no lo ha desarrollado y yo ke soy un poco romántico no sabía muy bien a ké se refería, así ke he dado con tu artículo y ya me he hecho una idea del condicionamiento cultural ke supone, así como las falsas expectativas con las ke se nos inocula a la hora de establecer parejas o relaciones duraderas comprometidas…
he de admitir ke ir en contra de estas consignas puede generar una gran frustración cuando la persona ve ke no encaja como las demás en sus relaciones y en muchos casos claudica…bueno…no sé muy bien si me explico…sólo decirte ke ahora tengo un pokito más claro cuáles son los caminitos ke nos trazan para hacer de nosotros parejitas en el ke de una manera u otra sigue perdiendo la mujer
pues eso…gracias
¡Hola! Muchas gracias por compartir tu reflexión.
Efectivamente puede causar frustración, ya que es más difícil encontrar a una persona que tenga las cosas igual de claras que tú y que entienda que una relación se basa en la libertad, no en la dependencia.
Pero yo me pregunto ¿Qué es mejor? ¿Ir “fracasando” de relación en relación”? ¿O tardar un poco más en encontrar que busque lo mismo que tú?
Ahí tienes la respuesta 🙂
Un abrazo
Ya son viejas maneras de vivir las relaciones, bien vale desaprender y deconstruir estas formas y crear unas nuevas que ayuden a forjar vínculos más sólidos y respeten a libertad a la vez.
http://www.ayudapsicologicacognitivoconductual.com/
Así es Alejandra, gracias por tu aportación 🙂
Un abrazo
estoy con un libro ke me recomendaron hace muchos años…se titula LOS GUIONES QUE VIVIMOS…supongo ke conocerás algo o mucho de la labor de Claude Steiner en la consecución de establecer qué tipo de mecanismos operan a la hora de relacionarnos con los demás….pues bien…de momento he sacado la conclusión que si bien no somos medias naranjas sí actuamos conforme a una especie de guión de conducta que decidimos escoger bien temprano en la vida y que conforme a él establecemos relaciones con aquellas parejas cuyos guiones se complementen con el nuestro….esto reforzaría tristemente el concepto de media naranja….cuando menos el autor o terapeuta invita a que cada cual se haga cargo de ése guión vital y lo corrija …en suma…que se complete a sí mismo (naranja entera) …supongo que la vida ofrece muchas maneras de hacerlo y darse cuenta de quién o cómo es uno…no obstante, el libro me parece esclarecedor
gracias por tu anterior respuesta
ke tengas un nuevo día
Completamente de acuerdo, buscamos alguien que compense nuestras carencias, en quien proyectar nuestros miedos, alguien que creemos que tiene las responsabilidad de “rescatarnos” de hacernos felices.
Pero eso no es amor, eso es dependencia, es miedo, y de ahí es de donde vienen los problemas.
La verdad que no conocía el libro pero voy a echarle un vistazo.
¡Un abrazo!
Quien es el autor de el mito de la media naranja?
Platón, en “El banquete” presenta uno similar; no son naranjas, los humanos son seres tan completos y perfectos, con dos caras, y 8 extremidades, que los dioses los parten en dos; desde entonces, todos buscamos a “nuestra otra mitad”, que, por cierto, puede ser del mismo o de otro sexo.
Miriam, estoy preparando unos apuntes y quiero citar este artículo… Me resulta muy “machista” que no esté tu apellido … Por supuesto cito “Psicorumbo”, pero me parece una falta de respeto –hacia ti misma- que firmes solo como “Miriam”. (Lo he visto incluso en entrevistas a expertas y expertos televisadas: Dr. García Tal y “Pili” –por supuesto, igual de Doctora). “Miriam” hay miles, no es localizable. Y el artículo está muy bien y muy claro.
Por cierto, mi enhorabuena por él,
Saludos cordiales.
Hola Miriam, estaba haciendo una búsqueda de los blogs más aportantes y llegué a tu escrito. Me encantó tu escrito, veo muchos puntos en común. Escribo sobre relaciones y soy bloguera también. Mi propósito es reivindicar el amor y las relaciones sanas. Como lo mencionas, los condicionamientos culturales han hecho que nos alejemos del verdadero sentido de amar.. Mi perspectiva es espiritual, quisiera que le dieras un vistazo. http://www.patriciabenavides.com/blogpatricia
Como blogueros sabemos todo lo que significa mantener el contenido al aire para nutrir a todos nuestros lectores. Un abrazo desde Colombia.
es lo que nos han enseñado a romantizar todo lo que vivimos y mas el amor, es importante romper esas creencias
Los mitos crean cultura, en Sapiens lo explica, romper mitos es romper un sistema; ¿es el nuevo sistema mejor? Los nuevos mitos de sociedad libre ¿son mejores?; yo creo que las relaciones promiscuas y liberales no pueden ser nunca sana y que llevan a auténticas paradojas como el incremento del incesto, incremento de la pedofilia, incremento de sufrimiento; hay otro gran mito el de un mundo perfecto, y vosotros los psicólogos queréis que creamos en un mundo perfecto, pero la estáis jodiendo, y sois corruptores… la psicología no es una ciencia.