En este artículo vamos a hablar sobre cómo podemos mantener una relación sana con la comida.
Hoy por hoy vivimos en una sociedad en la que estamos rodeados por todas partes de comida. ¿Qué crees que pensarían nuestros ancestros cavernícolas que pasaban largas horas cazando si alguien les llega a contar que dentro de unos cuantos años, bastaría con salir a la calle y andar menos de 5 minutos para encontrar algún establecimiento en el que a cambio de una pequeña cantidad de dinero venden comida cocinada y calentita?
Cada vez salimos a la calle vemos pastelerías llenas de bollos con una pista excelente, y de tartas que solo con verlas se nos hace la boca agua. Por no hablar de las fotografías de bocadillos que aparentan ser el doble de apetitosos y jugosos que su tamaño real puestas en las puertas de los bares.
A su vez también es frecuente ver carteles de modelos estupendísimas con una talla 36 (en el mejor de los casos) que mandan implícitamente el mensaje “Se como yo y triunfarás”
Vivimos en una sociedad en la que la delgadez (en ocasiones extrema) forma una parte importante de los canones de belleza y éxito, y eso es algo que nos transmiten desde que nacemos; sin embargo vivimos rodeados de comida basura… curiosamente paradójico.
Indice
Las diversas funciones de la comida
La función inicial de la comida, era aportarnos los nutrientes necesarios para un optimo funcionamiento del organismo. Sin embargo… según fue siendo más fácil conseguirla se le fueron otorgando distintas funcionalidades.
La comida ya no sirve solo para alimentarnos y satisfacer nuestras necesidades fisiológicas cuando tenemos hambre si no que también sirve para:
- Celebrar cosas: Navidad, un ascenso, un bautizo, una boda, una comunicación etc… Cuando hay algo que celebrar ¿Qué mejor que una comida o una cena abundante?
- Socializar: ¿Quedamos a comer/cenar/desayunar? ¿Nos vamos de tapas? ¿Tomamos algo en casa de “fulanito”?
- Entretenernos: ¿Quién no a comido alguna vez por simple aburrimiento o se a hecho unas buenas palomitas mientras veía una película?
- Hacer negocios: Cenas y comidas de negocios, cerrar acuerdos acompañados de aperitivos, etc…
- Premiar: Comprarle chucherías a los niños cuando se portan bien.
- Sentirse mejor: Comer chocolate o helado frente a una decepción, empezar tomando una galleta y acabar comiéndonos la caja entera, etc… La comida se ha convertido en un excelente ansiolítico muy peligroso, ya que nos puede llevar a entrar fácilmente en el circulo vicioso de: 1. Me siento mal y como 2. Me siento culpable y mal por haber comido tanto. Y… ¿Qué hago frente a ese malestar? ¡Pues comer! y así sucesivamente.
Así que ya no solo nos relacionamos con la comida para satisfacer nuestras necesidades de alimento, si no que también lo hacemos cuando nos aburrimos, cuando estamos tristes, cuando quedamos con los amigos, mientras hacemos ciertas actividades, etc..
Antes solo existía una forma de relacionarnos con la comida, ahora existen muchas más y además es mucho más fácil conseguirla, así que no es de extrañar que sea más frecuente que surjan problemas.
Todo esto unido al ritmo acelerado de la vida y la aparición de las fantásticas comidas rápidas y las sopas en sobre.
Las famosas dietas milagro
Si utilizamos la comida para tantas cosas y además vivimos en un mundo en el que nos dicen que debemos mantenernos delgados para triunfar no es raro que surgieran a toda velocidad las famosas dietas milagro.
Dieta de la sandía, dieta de la manzana, dieta del kiwi, dieta de sirope de arce. Obviamente si nos tiramos una semana a base de comer manzana adelgazaremos varios de kilos, de la misma manera que cuando tenemos gastroenteritis y perdemos unos kilitos que por supuesto volveremos a coger en cuanto nos encontremos mejor.
Pero… ¿De que nos sirve pasar unos días prácticamente sin comer para perder tres kilos y volverlos a coger a la semana siguiente?
Estas dietas te prometen resultados rápidos, fáciles y duraderos, y sin embargo no son otra cosa mas que publicidad engañosa que buscan personas desesperadas por perder unos kilos de cualquier manera.
Además hemos de tener en cuenta que estas dietas milagros tienen como factor principal la privación de una gran cantidad de alimentos, y la privación produce ansiedad y por tanto facilita la posibilidad de que aparezcan atracones.
¿Realmente crees que si te pasas una semana comiendo sandía, una vez que termines tu fantástica dieta de la sandía con 3 kilos menos te vas a poner a comer ensalada y pescado a la plancha?
¿A quién pretendemos engañar?
Lo mas probable es que cualquier persona que pase un determinado tiempo siguiendo una dieta muy restrictiva nada más terminarla (si es que lo consigue) vaya corriendo a asaltar la nevera y a disfrutar de todo aquello que ha pasado tanto tiempo sin poder comer. Obviamente los kilos de mas vuelven.
Pero… ¿Por qué es tan difícil mantener una relación sana con la comida?
No es que sea difícil, simplemente es diferente. Se trata de poner en marcha nuevos comportamientos y mantenerlos durante el tiempo suficiente para que se conviertan en hábitos, es decir que podamos llevarlos a cabo sin apenas esfuerzo.
A lo largo de nuestra vida aprendemos a relacionarnos con la comida de una determinada manera, y en el momento en que decidamos que esa manera por las razones que sea ya no nos interesa, podemos desapernderla y aprender otra forma diferente de interacción.
Es cierto que la comida es un reforzador primario y que llevar a cabo una alimentación saludable no es fácil por una simple razón: Aunque los beneficios de llevar una alimentación sana son infinitos, son beneficios a largo plazo. Sin embargo, la gratificación de comerse una tableta de chocolate es inmediata, y está más que demostrado que las consecuencias inmediatas son las que más pesan sobre nuestra conducta.
Si cada vez que comes un bollo engordaras 200 gramos o vieras tus arterias obstruirse ¿Seguirías comiendo bollos? Seguramente no.
De ahí la importancia de establecer hábitos de alimentación adecuados y no dejarnos guiar por esas fuentes de gratificación inmediatas ¡Autocontrol!
Pero en este artículo no quiero hablar de dietas, ni de las mejores maneras de perder peso, si no cómo mantener una relación sana con la comida, incluso te diré que no está mal comerse un bollo de vez en cuando.
¿Qué significa mantener una relación sana con la comida?
- Significa utilizar la comida como medio para nutrir nuestro cuerpo y mantenernos saludables. (Comer todos los tipos de alimentos en las proporciones adecuadas)
- Significa no utilizar la comida como tranquilizante o medio de distracción.
- Significa poder comer de todo sin descontrolarnos (Si, estoy hablando de comerse solo dos galletas y no la caja entera)
- Significa no obsesionarte con perder peso. Si necesitas perder peso, céntrate en llevar unos hábitos de alimentación saludable y verás como progresivamente tu peso irá reduciendo. Pero nunca te obsesiones con la bascula.
- Significa no relacionar ser delgado con tener éxito. Hay personas que por constitución nunca podrán llegar a ser tan “delgadas” como quisieran de un modo sano. He visto chicas con unas curvas preciosas decir que nunca encontrarán pareja o que no encontrarán trabajo por no ser “delgadas”. Sobra decir que a poco que seamos capaces de ver la realidad y mirar el mundo que nos rodea nos daremos cuenta de que está afirmación no tiene sentido.
- Significa entender las etiquetas “Gordo” “Delgado” “Atlético” “Vago” “Deportista” como simples adjetivos descriptivos sin ningún valor explicativo. Una persona es deportista porque hace deporte y si deja de hacerlo, dejará de ser deportista. Éstas palabras solo describen una serie de comportamientos, susceptibles de ser cambiados.
- Significa no utilizar la comida como fuente de gratificación principal. Es importante tener diferentes áreas de las que disfrutemos (ocio, hobbies, etc…). A todos nos gusta sentir emociones positivas y si no tenemos áreas que nos las aporten, es probable que las busquemos en la comida.
Bien, en este artículo hemos hablado de cómo la sociedad en la que vivimos no predispone precisamente a un tipo de alimentación muy adecuado y de qué tenemos que hacer mantener una relación sana.
Pero ¿Cómo hacerlo?
Lo veremos en el siguiente artículo.
¡Ahora es tu turno!
¿Cómo es tu relación con la comida? ¿Qué funciones cumple para tí? ¿Cómo crees que influye la sociedad en los hábitos de alimentación? ¿Cambiaste tus hábitos de alimentación y quieres contarnos como lo hiciste?
¡Cuéntamelo en los comentarios!
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Hola desde pequeña e Sido obesa o con sobrepeso la verdad me empezó a importar más el peso cuando me empezaron a gustar los chicos pero ahora que tengo novio como que él me dice que estoy gorda no de malo sino para que me dé cuenta y no suba más de peso me desespera esto de la comida como que siento la necesidad de tener algo en la boca de saborear grado de buscar distracciones pero siempre vuelvo a lo mismo . Solo quiero tener una mente y cuerpo sano y que se me quite está obsesionado por la comida
Wow, que gran artículo! Es justo lo que necesitaba leer. Muchas gracias por escribirlo.
A todos nos gusta sentir emociones positivas y si no tenemos áreas que nos las aporten, es probable que las busquemos en la comida.
Me gusta esta frase Miriam un post muy bueno.