Las emociones como mensajeras
Sara Moros
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Creo firmemente en el poder del ser humano para crear su destino y veo la vida como un camino de crecimiento en el que nunca se deja de aprender.
Estoy aquí porque deseo acompañar personas que, como yo en su día, sienten que necesitan un cambio en sus vidas.
Me apasiona facilitarles el proceso de autoconocimiento para que puedan conectar con la felicidad, la paz y el amor que, como todos, llevan dentro pero a las que, por unas razones o por otras, sienten que no pueden acceder.
Empecé a relacionarme con el Mindfulness al formarme como actriz y me ayudó siempre que tuve que superar algún obstáculo: duelos por la pérdida de seres queridos, dificultades económicas y profesionales, relaciones tóxicas y todas esas dificultades con las que cualquiera se encuentra en una vida normal. Lo usaba como una medicina que cura el síntoma, nunca lo vi como la posibilidad de tratar a fondo la herida… Así que, en cuanto el problema estaba superado, yo volvía a aparcar la meditación y seguía viviendo con el piloto automático puesto.
Pronto la inconsciencia y el dolor volvían a instalarse en mi día a día. Muchos años después acudí a él, de manera intuitiva y desesperada, para superar el dolor físico y emocional que me provocó un cáncer de mama, la mastectomía radical bilateral a la que me tuve que someter y todos los tratamientos y sus efectos secundarios. Entonces descubrí que esta enfermedad solo estaba poniendo de manifiesto aquellos dolores antiguos y tapados durante años.
Empezó así lo que me gusta llamar “mi despertar”.
Comenzó un trabajo de indagación y crecimiento personal, de autoconocimiento, que puso en marcha, al fin, la transformación profunda que estaba necesitando.
Por fin sentía que tomaba el volante del coche que me llevaría hacia mi destino, que ya no iba en el asiento del copiloto; por fin el amor coloreaba mis días y mi música de fondo dejaba de ser la queja y el juicio para dejar paso a melodías más alegres y compasivas que me inspiraban confianza en mí misma y hacían crecer mi autoestima.
Este periodo desembocó en la necesidad de ayudar a otras personas que, como yo antaño, buscaran acabar con esa sensación de estar viviendo a medias.
Sentía tanta gratitud que necesitaba devolverle al mundo parte de la ayuda que me había llegado y se abrió una etapa de formación y capacitación profesional para poder hacerlo de la forma más honesta y segura para mí y para esas personas.
Ahora las guío a través del Mindfulness Transpersonal en consultas individuales y cursos, individuales o grupales, aplicando todo lo que he ido descubriendo y experimentando en mi propio crecimiento.
Y cada día confirmo mi creencia en el poder del ser humano para crear su destino.
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