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Una alternativa real de sanación

Hoy en día, un gran número de la población mundial padece algún tipo de dolencia o enfermedad.

Ya no es novedad, de alguna forma se hizo habitual sin importar dónde estés ni qué edad tengas, es parte de nuestro día a día.

Nos hemos acostumbrado a depender de pastillas y tratamientos en nuestro diario vivir.

Hemos normalizado los dolores de cabeza, la hipertensión, la diabetes, el dolor de estómago, la lumbalgia, la depresión, el trastorno ansioso y estrés, así como tantas otras enfermedades y dolencias.

Se volvió común que la causa de muerte de una persona sea un cáncer o un problema al corazón.

Si alguien llega sano a viejo, lo consideramos un evento extraordinario muy poco común.

¿Qué está pasando en nosotros que se ha vuelto normal estar en un estado alterado de salud?

¿Es normal que las enfermedades se vuelvan crónicas?

¿Qué está fallando?

En mi familia al igual que muchas otras, también normalizamos dolores de cabeza, dolores musculares, colon irritable y la artrosis, entre otras dolencias.

Yo sufría constantemente de dolores de cabeza muy fuertes.

Muchas veces al ver que los medicamentos no me hacían nada mi padre se burlaba de mí diciéndome “córtate la cabeza”.

Fui varias veces al médico por los dolores tan intensos, pero siempre decían que eran por tensión, nunca me hicieron exámenes para descartar otras posibilidades, simplemente me preguntaban si habían más miembros con el problema y al responderles que sí, me daban a entender que era herencia genética pero que no representaba ningún riesgo.

Fueron pasando los años y mis dolores se intensificaron, mi cansancio aumentó, todo me cansaba y él cuerpo me dolía.

Me mandaban a hacerme exámenes pero solo los habituales y todo arrojaba normal, asumían que era estrés.

Por su parte, mi padre, empezó a complicarse de su colon y pasó a tener colitis ulcerosa así que le aumentaron sus medicamentos, nosotros notábamos que se estaba deteriorando, pero el médico insistía que su condición estaba controlada y mi papá estaba seguro de eso.

Fue un año nuevo, cuando le dio una hemorragia por el recto que cambió todo, lo sometieron a distintos exámenes y finalmente descubrieron que no solo tenía colitis ulcerosa sino que, ésta, había pasado a ser cáncer de recto.

Le dijeron que estaba encapsulado y que le harían quimio y radio antes de operarlo para reducir el tumor lo que más se pudiese y extirparlo sin riesgo.

Gastó muchísimo dinero en su tratamiento con la esperanza de sanarse.

A diferencia de mí, que siempre he sido más desordenada conmigo misma, él siempre iba al médico cuando se sentía mal.

Si tenía que hacerse exámenes se hacía todo lo que le decían, si tenía que aumentar los medicamentos lo hacía, confiaba ciegamente en el sistema de salud.

Sin embargo, después de varias negligencias médicas falleció retorciéndose de dolor a mi lado.

¿Qué falló?

A partir de las negligencias sufridas que aclaro que no en todos los casos suceden, decidí investigar los procedimientos que se aplicaron a mi padre para tratar de entender.

Lo primero que descubrí es que nadie te dice que el tratamiento para sanar cáncer por medio de la quimioterapia tiene un promedio de éxito del 50%, tampoco te explican lo dañino que pueden ser en sí y que muchas personas que optan por el tratamiento mueren por éste y no por la enfermedad, debido al gran daño que produce en el organismo.

Segundo, hay un examen médico sumamente delicado conocido como punción cuyo efecto en el organismo puede ser muy peligroso (aunque la mayoría de la comunidad médica lo niegue).

Y tercero, cada vez que hay un procedimiento potencialmente delicado los médicos te hacen firmar tu consentimiento, no para informarte como dicen sino porque si ocurre un efecto indeseado y tú quieres pelear tus derechos, al haber firmado ellos dejan de tener responsabilidad médica, aunque el procedimiento usado haya causado un agravamiento o la muerte del paciente.

En fin, mientras más buscaba entender más rabia y frustración me daba.

Al poco tiempo de la muerte de mi papá, mis dolores de cabeza ya eran intolerables y apenas tenía fuerzas para sostenerme en pie.

Volví al médico y esta vez sí me hicieron varios exámenes descubriendo que tenía Leucemia, pero en mi caso, fue tanto mi trauma por lo vivido con mi padre que simplemente le dije a mi marido que si me tenía que morir lo haría en mi casa.

Me sentía tan decepcionada de la medicina tradicional y a su vez, culpable por la muerte de mi padre que no quería saber nada del tema.

A veces la desinformación sumada a la fe ciega nos hace cometer errores y la verdad no quería pasar por lo mismo.

Cuando le descubrieron el cáncer a mi padre que supuestamente estaba encapsulado él me preguntó qué hacer.

Me dijo: “Si no me opero me dijeron que me quedaban 3 años de vida, pero si lo hago se acaba el problema”.

En ese tiempo yo confiaba totalmente en la medicina tradicional y al igual que una gran mayoría de personas no conocía muchas alternativas que pudiesen haberlo ayudado, así que sin dudar, le dije que él tenía que operarse si o si y hacer todo lo que los médicos dijeran para que se recuperara de la mejor manera posible y así lo hizo.

Le hicieron todo tipo de tratamientos altamente costosos que posteriormente me enteré que según su diagnóstico no eran necesarios, pero que supuestamente le habían hecho súper bien según los exámenes.

Un tiempo antes de su operación le hicieron una punción que supuestamente era inofensiva.

A mí me habían dicho que era altamente dañina, y que podía expandir el cáncer por todo el organismo pero cuando le preguntamos al médico, él dijo que toda esa información era falsa y yo en mi ignorancia deje que le hicieran todo.

Al momento de la operación lo abrieron y lo cerraron sin hacerle nada, nos dijeron que el cáncer se había expandido y que no le habían hecho nada, ahí comenzó el verdadero infierno.

Pasó meses en el hospital, cada vez nos enterábamos de más cosas que no correspondían y hasta las enfermeras nos hablaban de negligencia.

No recuerdo las veces que le pedí perdón por haberlo metido en todo esto. Por muchos años me persiguió ese sentimiento.

Por supuesto, esto es algo que nos pasó como familia, que obviamente no tiene por qué representar para nada la mayoría de los casos de la medicina tradicional.

Sin embargo, esta situación me hizo replantearme todo.

¿Por qué te llenan de pastillas en vez de trabajar la verdadera causa de tu problema de salud?

¿Por qué se utilizan medicamentos con efectos secundarios tan dañinos para nuestra salud?

¿Por qué muchas veces cuando padeces cáncer u otra enfermedad catastrófica se decide hacer uso de exámenes potencialmente dañinos?

¿Qué tan seguros son los tratamientos que se aplican para la salud?

En mi caso, después del peor año de mi vida en términos de salud, si bien no me traté por la medicina tradicional decidí probar con otra terapia y así me sané gracias a un tratamiento alternativo y si bien la leucemia volvió 10 años pude tratarla nuevamente y hoy estoy sana.

Sé que cada caso es diferente y depende múltiples variables, también sé que existen muchísimos médicos comprometidos con su trabajo y aman lo que hacen.

Sin embargo, estas experiencias me hicieron darme cuenta que si bien la medicina tradicional es la más conocida y aplicada a escala mundial en todo tipo de enfermedades y dolencias no necesariamente es la mejor opción al momento de decidir qué tratamiento usar en una determinada enfermedad.

Descubrí lo importante que es saber sobre salud, los efectos secundarios de los tratamientos y cómo podemos ayudarnos en nuestros procesos de sanación.

Tomé la decisión de aprender todo lo pudiera en torno a la medicina natural para poder ayudar a sanar a mis hijos sin tantos medicamentos, ni idas al médico.

En esa etapa me ayudó una pediatra maravillosa quien me abrió los ojos y me enseñó que era mucho mejor trabajar el sistema inmunológico de los niños y fortalecerlo saludablemente para que crecieran mucho más fuertes y saludables, y efectivamente así fue.

¿Si mejoramos nuestro sistema inmunológico saludablemente, en vez de llenarnos de tantos medicamentos, seguiría siendo normal todas estas enfermedades tan comunes que padecemos?

En aquella época, si bien fue un tiempo de aprendizaje profundo, ni siquiera soñaba con ser terapeuta, trataba de aprender de todo lo relacionado con la salud para ayudar a mi familia.

Fue una situación puntual que afectó a mi hijo lo que me llevó a buscar más ayuda ya que se nos había ido de las manos y no hubo medicina ni tratamiento alópata ni psicológico que lo ayudara.

No era nada de vida o muerte, de hecho, todos sus exámenes salían bien, pero padecía una incontinencia nocturna terrible que por años lo afectó.

Nos hablaron de inmadurez emocional, de alguna alteración en la próstata, de problemas en sus riñones pero los exámenes salían bien y seguíamos sin solución.

Ya era un niño grande casi entrando en la pubertad y obviamente sufría mucho por esto.

En esta situación fue la primera vez que supe de la terapia de biomagnetismo, una amiga me habló a raíz de su experiencia con su madre (se había sanado de cáncer con esta terapia) y me sugirió que probara con mi hijo, así lo hice y no me funcionó.

La terapeuta decía que solo necesitaba una sesión y la verdad no hubo cambios, pero fueron tantos los casos de los que me hablaron que decidí estudiarla y volverme terapeuta.

Recuerdo que cuando lo estaba estudiando, mi profesora hablaba de que era una terapia súper efectiva, yo que había visto que no había funcionado en mi hijo, le rebatí, ella me dijo:

“Probablemente le aplicaron mal el tratamiento, a lo cual yo le comenté lo que me había dicho la gente sobre la otra terapeuta y los logros que tenía (asumiendo que era la gente decía que era muy buena en lo que hacía) y ella me dijo: “No somos infalibles puede que no haya seguido perfeccionándose. Hágalo usted, no es una sola sesión sino las que el niño requiera, revise por completo el organismo de su hijo y trabaje todo lo que aparezca alterado”.

Efectivamente fue una terapia larga, estuvo dos meses de tratamiento continuo y una mantención mensual por 6 meses y se sanó por completo, nunca más tuvimos problema.

Así pasó con muchos problemas de salud de mi familia y luego de mis pacientes.

Decidí aprender cada vez más y abrirme a estas terapias no solo biomagnetismo, sino ionización, magnetoterapia, entre muchas otras y así me fui especializando mucho más.

Lo impresionante de todos estos nuevos conocimientos, es que no importaba la enfermedad, bien aplicado el tratamiento daba resultados sin medicamentos ni procedimientos invasivos.

Durante esta época descubrí que los dolores de cabeza en mi familia no solo se debían a algo tensional, sino que teníamos las venas mucho más delicadas de lo normal y efectivamente yo y dos de mis hijas teníamos formadas aneurismas, las cuales trate con esta terapia y nunca más hemos vuelto a pasar por esos dolores, igualmente al ser una condición de las venas cada cierto tiempo verifico que todo esté bien, pero volví a aprender otra lección importante:

“No es normal que tengas un dolor por tanto tiempo, digan lo que digan los médicos, siempre ve otras opiniones y hazte exámenes”

En mi caso fue mi profesora de biomagnetismo quien me dijo que me los hiciera y no tomará a la ligera esta situación. ¿Cuántas veces tomamos este tipo de cosas a la ligera?

¿Cuántas veces tomamos nuestros problemas de salud a la ligera y los dejamos de lado por las razones que sean?

En esta misma época mi hija del medio fue vacunada contra el papiloma humano y sufrió efectos secundarios severos que afectaron su corazón. Decidí tratarla con la terapia de biomagnetismo y si bien estuvo bastante tiempo en tratamiento, hoy está bien y tiene una vida totalmente normal. Nuevamente otra lección:

¿Sabemos realmente qué componentes tienen las vacunas?

Y lo más importante…

¡Si notamos que algo está mal en nuestra salud, cuanto antes lo veamos y lo tratemos mucho mejor!

¿Qué es la terapia de biomagnetismo?

La terapia de biomagnetismo fue creada por el médico Isaac Goiz Duran en la década del 80 y consiste en la aplicación de pares de imanes terapéuticos forrados de polaridad positiva negativa que se impactan en zonas específicas de nuestro organismo para eliminar virus, hongos dañinos, bacterias dañinas, disfunciones, toxinas y parásitos que nos están enfermando.

Lo que hacen estos pares es restablecer el equilibrio del PH de la zona afectada, haciendo que el o los sostenedores de la enfermedad antes mencionados se vayan debilitando hasta que se eliminan por completo.

Según los estudios hechos por el doctor Goiz, no puedes enfermarte si el PH de tu organismo es neutro (obviamente asumiendo que algunas partes son naturalmente ácidas).

La disfunción, dolencia o enfermedad parte cuando se altera ligeramente este, ya sea que tienda a la alcalinidad o a la acidificación.

Cuando ya tienes una enfermedad más grave es porque tu organismo ya está mucho más alterado.

Entre más alterado más grave puede ser.

Con esta terapia se pueden tratar todo tipo de enfermedades tanto físicas, emocionales y psiquiátricas con muy buenos resultados y abarca más de 600 enfermedades y dolencias.

¿Qué es la terapia de ionización?

La Ionización (no tiene nada que ver con lo que se hace en los pies), fue creada hace más de 15 años atrás por el centro de investigación “Manhattan woman hospital”.

Esta terapia utiliza desde 1 a 3 imanes terapéuticos sin forrar de graduación específica (gauss) por un tiempo de exposición específico, según la enfermedad o dolencia tratar y lo que hace es restablecer la comunicación química y física de la zona afectada, ayudando a estabilizar el pH adecuado en la zona y al metabolismo propio de las células especializadas del sector afectado.

Al igual que el biomagnetismo también trata un gran número de enfermedades y dolencias con muy buenos resultados, incluido cáncer y otras enfermedades catastróficas.

¿Qué es la terapia de psico neuromagnetismo?

Es una terapia recientemente creada que mezcla técnicas de biomagnetismo, ionización y magnetoterapia para trabajar principalmente enfermedades mentales. Es altamente efectiva en este tipo de dolencia.

Ventajas de estas terapias

No requieren medicamentos y con el avance del tratamiento hace que vayas necesitando cada vez menos si estas tomándolos.
Permiten recuperar la calidad de vida de la persona e incluso en muchos casos, recuperarse por completo (esto último depende del nivel de daño del paciente y que tipo de enfermedad es)
Puede combinarse con otras terapias y también puede hacerse mientras se está en algún tratamiento de la medicina tradicional (a distancia al mismo tiempo y presencialmente antes o después de la sesión del tratamiento alópata).
En el caso de personas que se están tratando enfermedades degenerativas permite parar el avance de la enfermedad y dependiendo de cada caso retrocederlas (depende del nivel de daño)
Mitiga dolores e inflamaciones
En el caso de personas que quieren tratarse hipertensión o hipotensión regula presión arterial y PH sanguíneo de manera duradera y saludable.
Promueve la correcta homeostasis del organismo.
Ambas terapias tienen la capacidad de retroceder y según el nivel de daño sanar el cáncer salvo el psico neuromagnetismo que no trabaja ese tipo de enfermedad.
Ambas terapias se pueden aplicar a distancia mediante la sanación cuántica.
No tienen efectos secundarios.
Ambas terapias trabajan muchísimas enfermedades (salvo psico neuromagnetismo que solo trabaja enfermedades mentales), incluso algunas que no tienen tratamiento por la medicina tradicional.

Contraindicaciones

A distancia no tienen ninguna contraindicación, presencialmente tiene las siguientes:

No se pueden poner imanes en el corazón si la persona tiene marcapasos
No se pueden poner en el vientre si la persona está embarazada
No se puede aplicar la terapia presencialmente a una persona que se esté haciendo quimioterapia o lo haya hecho previamente hace menos de un año
No se pueden poner en zonas con esquirlas de bala o que haya una bala.

¿Qué es la sanación a distancia y qué tan efectiva es?

La sanación a distancia, es una técnica perteneciente al campo cuántico (física cuántica), que trabaja a través de micro partículas y campos energéticos y aunque suene un poco extraño tiene base científica, no muy abiertamente hablado entre el común de las personas, pero es un tema que se viene investigando desde el siglo XVIII, aunque en ese momento no se le dio la credibilidad a las investigaciones hechas.

Los estudios continuaron y con la teoría de la relatividad de Einstein de 1915 que en un principio se rechazó y que con los años fue aceptada se fue investigando mucho más y ya en la década del 50 la NASA comenzó su estudio más profundo logrando probar su funcionamiento, aunque ellos están enfocados en áreas muchos grandes y de mayor alcance.

Para explicar fácilmente como funciona la sanación a distancia, básicamente al inicio de la sesión se acuesta en la camilla a la persona que va a prestar el cuerpo para sanar al paciente.

Luego se crea un entrelazamiento cuántico de las dos personas (donde la persona A es la que presta el cuerpo para sanar al paciente (persona B )) a X distancia (que pueden ser miles de kilómetros) a través de un fotón gemelo (en este caso puede ser una fotografía o algo que tenga su ADN, incluso puede ser ropa), se le pide a quien presta el cuerpo que piense intensamente, en el nombre y apariencia del paciente y cuando lo tiene en la mente se intenta hacer el entrelazamiento cuántico, el cual se debe verificar que este bien hecho, luego usando un conector se abre un hoyo de gusano (espacio de tiempo a dimensional a través del cual se envía la energía de sanación desde la persona A a la persona B) y se inicia la terapia.

Cuando se termina el tratamiento, se le pregunta a la energía del paciente si necesita más sesiones y para cuándo y una vez obtenida la respuesta se cierra el hoyo de gusano y sella el tratamiento.

A diferencia de la terapia presencial la sanación a distancia es exacta, no se pueden saltar sesiones y es el mismo campo energético del paciente el que dice si le toca otra sesión o no y cuando.

Es muy importante respetar si o si el tiempo entre sesiones, ya que de lo contrario estaría mal hecho el tratamiento.

El único requisito para poder aplicar este tipo de técnica en un paciente es que el campo energético quiera sanarse, no sirve que solo la persona lo quiera, es el inconsciente de esta quien decide.

Si este no quiere, no se puede aplicar este tipo de sanación en él. Eso se sabe por medio de un rastreo previo a la sesión.

Ventajas del uso de esta técnica

No tiene contraindicaciones
Es sumamente efectiva, no necesitas dejar de hacer tus cosas, ya que actúa a través del inconsciente humano
Es más eficiente que una sesión presencial porque es más rápido el traspaso de energía y se pueden aplicar varias técnicas en una misma sesión.
Se puede aplicar en cualquier persona sin importar donde esté.

Algunas evidencias científicas que avalan estas terapias

Aunque el biomagnetismo a distancia es una técnica relativamente nueva, se han realizado investigaciones científicas para evaluar su eficacia.

Uno de los estudios más destacados se realizó en el 2005 por el Dr. Isaac Goiz Durán, creador del biomagnetismo médico.

Durante esta investigación en México, el Dr. Durán demostró que el biomagnetismo médico es capaz de eliminar bacterias y virus en pacientes con VIH.

Otro estudio interesante se publicó en 2008 por la Dra. Luz María Sánchez Terán, quien realizó una investigación sobre la eficacia del biomagnetismo médico en pacientes con tuberculosis.

Los resultados del estudio indicaron que el tratamiento con biomagnetismo médico mejoró significativamente la salud de los pacientes con esta enfermedad.

En el año 2009, la facultad de medicina de la Universidad Austral de Chile hizo un “estudio etnográfico: Vivencias de usuarios de biomagnetismo” y concluyó lo siguiente: “que la terapia es una buena opción terapéutica, ya que cuenta con bases científicas sólidas, las cuales han sido estudiadas por profesionales altamente capacitados, además ha presentado en su mayoría muy buenos resultados con los usuarios. También se debe considerar que puede ser ejercida independientemente por un profesional de Enfermería, contribuyendo en una visión integral y más holística del paciente, respetando sus creencias y tradiciones por sobre todo, el cuál persigue el objetivo de Enfermería”.

En 2013, se publicó un estudio en España que evaluó el efecto del biomagnetismo médico en pacientes con dolor crónico lumbar.

Durante la investigación, los pacientes recibieron tratamiento con biomagnetismo médico y se evaluó su dolor antes y después del tratamiento. Los resultados del estudio indicaron que el biomagnetismo médico redujo significativamente el dolor en los pacientes.

Otras terapias complementarias

Además de las anteriores hay muchas otras terapias que pueden ayudar en los procesos de sanación de los pacientes, no todas tienen base científica, pero son de gran ayuda en los tratamientos, permitiendo mejores resultados.

Aplicando imanes terapéuticos hay otras terapias que también ayudan mucho y también tienen base científica:

Magnetoterapia, de la cual existen 3 tipos (Thacher, Cuántica y de Banzal) que también son bastante efectivas, pero la desventaja es que se requiere de muchas sesiones para ver resultados más contundentes, aunque aplicadas correctamente ayudan mucho.

Sin base científica pero también efectivas nombraré algunas que también me parecen muy interesantes:

Terapia de barras de acceso a la conciencia, Reiki, Péndulo hebreo, Terapia Pránica, Método Yuen, Ancestrología entre muchas otras que trabajan más otras áreas pero que también pueden ser de gran utilidad.

Muchas veces cuando miro hacia atrás junto a mi familia siempre pensamos si yo en aquella época hubiese sabido todo lo que sé ahora y hubiese tratado a mi padre ¿Cuál hubiese sido el resultado? ¿Estaría vivo y gruñendo? ¿Se habría ido igual?

Lamentablemente no hay respuesta, pero sí está claro para mí que el conocimiento es poder y es vida, ya es decisión de cada quien decidir qué es lo que quiere para sí. No necesitas creer en lo que digo pero si investigar si lo requieres.

La primera vez que traté a una paciente con cáncer de útero en etapa 3 y se recuperó por completo, lloré, lloré mucho, pensaba en mi padre y en otras personas que murieron en esa batalla.

A diferencia de todo lo que él sufrió, mi paciente fue llevando su proceso sin ninguna otra terapia invasiva, y si bien tuvo días malos, su mejoría fue progresiva hasta su completa sanación.

Desde entonces me ha tocado tratar distintas enfermedades desde cosas simples hasta enfermedades catastróficas y los resultados han sido bastante buenos.

No digo que todos los casos sean iguales, depende de cada organismo y la gravedad del paciente, pero claramente estas terapias son un maravilloso aporte con la capacidad de recuperar la buena salud del paciente.